DISCURSO APERTURA DE SESIONES 2022
Buenos días Sra. Presidenta del Concejo Municipal, concejales y concejalas; legisladores, Sr. Rector de la Universidad Nacional de Rosario, representantes de la mesa interreligiosa, autoridades de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Sr. jefe de la Policía Federal, dirigentes de instituciones de nuestra ciudad, querida Ana María (Cejas), organismos de Derechos Humanos, ex Combatientes, organizaciones sociales, vecinos y vecinas.
Quiero comenzar compartiendo algo que nos une como santafesinos, como rosarinos y rosarinas. El orgullo.
Cuando nos preguntan adónde nacimos, lo decimos fuerte, claro. Somos de Rosario, somos de la provincia de Santa Fe, somos hijos de tierras hermosas y fecundas que no dudaron en dar sangre y esfuerzo para construir la libertad y la unión de la patria.
Somos hijos e hijas de un pueblo que se arremangó para trabajar y que con tozudez y esfuerzo pudo levantarse de cada crisis que le tocó afrontar. Un pueblo que decidió abrirse desde su puerto, en ese infinito río marrón que es llegada y ruta al mundo. Así crecimos, con la potencia del campo, del río, del comercio y la industria. Por eso, por valentía y tenacidad, nos ganamos el apodo de invencibles.
Somos santafesinos y santafesinas, rosarinos y rosarinas, habitantes de una tierra que sabe resistir. Lo hicimos ante el Triunvirato izando la bandera de la Libertad. Nos opusimos al Virreinato y al centralismo del Directorio con la Liga de los Pueblos Libres de Artigas. Plantamos batalla en Cepeda con los valientes de López y el sueño de sellar un destino federal. Somos nobles, cumplimos nuestra palabra, vamos al frente, somos sensibles y creativos. Sí, estamos orgullosos y tenemos derecho.
Todos los que estamos acá vivimos en una ciudad que le da mucho a la Nación. Cercanos al campo como motor del desarrollo, tenemos una industria biotecnológica a la vanguardia en el mundo. Nuestro empresariado es pujante, arriesga, siempre cree en el futuro. Nuestros profesionales construyen día a día la ruta del progreso. Somos herederos de una educación pública de calidad. Somos la cuna de la celeste y blanca, la de Lio, Angelito, Lucha Aymar y Ceci Carranza, la de Julio Vanzo y el negro Fontanarrosa, la de Catalina Echevarría y las hermanas Cossetini. La ciudad que imaginaron Oroño, Lamas, Culaciatti y, por supuesto, Hermes, con su legado de valor por la salud pública, presente en cada rincón de la ciudad.
La ciudad que hoy lleva en sus paredes las marcas de un ángel en bicicleta que dio su vida por los pibes y en su corazón la vida y obra del Padre Montaldo. Es la ciudad que se edificó desde la visión de los Candia y los Astengo. Que se hizo junto a la entrega inquebrantable de nuestros ex combatientes y de nuestras madres y abuelas que dejaron sus huellas sin fin. La lista es interminable. Hombres y mujeres que dieron y dan vida a esta ciudad abierta, diversa, libre e integrada.
Todos los que estamos acá formamos parte de esta historia. Somos grandes, podemos y queremos decidir y hacer, pero necesitamos de una vez por todas que este país sea federal de verdad, y que las ciudades, que es donde hoy se definen los conceptos más importantes de nuestras vidas, puedan regir sus políticas y sus destinos.
Fuimos una provincia pionera en la lucha por la autonomía. Hoy van a escucharme decir muchas veces esta palabra: autonomía. ¿Por qué? Porque tenemos la fuerza de una ciudad pujante y porque sabemos hacer lo que nos toca. Siempre digo que cuando lo hacemos a la rosarina lo hacemos bien, y eso es porque sabemos hacer nuestra parte. No tengo dudas: para salir adelante, cada uno tiene que hacer su parte.
Somos una ciudad, un país, un mundo. Somos miles y miles de almas trabajando, pensando, amando, sufriendo y curando juntos, todos al mismo tiempo. Somos parte de un todo y ese todo (sea mi calle o el mundo) nos necesita para crecer, para detener las crisis, o para imaginar un futuro.
Futuro. Hoy la palabra nos suena más utópica que nunca. Es lógico. No es sencillo pensar a largo plazo en las realidades que nos tocan vivir, en un mundo que parece no aprender ninguna lección: todavía estamos enfrentando una pandemia y ya empezaron a sonar los tambores de guerra y violencia, de ampliación territorial y desamparo. Una guerra, que nuevamente decide el mesianismo de un líder poderoso y sufre toda la humanidad. Pero, aún así, ¿podemos renunciar a la esperanza? No, no podemos, porque tenemos hijos, nietos, personas amadas a quienes dejarles un destino mejor.
Es tiempo entonces de pensar en la reconstrucción, para que podamos vivir mejor hoy y crecer mañana. Y para que suceda, cada uno de nosotros, sintiéndose solidariamente vecino del otro, tiene que hacer su parte.
¿Qué significa hacer nuestra parte?
Cada baldosa de una vereda arreglada, cada centímetro de pavimento definitivo, cada luz que se despeja o que se cambia por LED, cada una de las acciones que hacemos todos los días forman parte de un plan que estamos cumpliendo. Y ese plan es muy sencillo: se trata de nada más ni nada menos que hacer nuestra parte.
No podemos administrar justicia ni nuestros agentes portar armas. Mientras tanto, ¿nos quedamos esperando? No, esperar no está en el ADN de Rosario. Mientras tanto urbanizamos barrios populares en un plan de dimensiones históricas, para que miles de vecinos y vecinas, en vez de pasillos oscuros, tengan veredas dignas y, en vez de baldíos sucios y peligrosos, tengan plazas para poder jugar con sus hijos. Cuidamos a nuestros pibes y pibas con programas educativos, deportivos y recreativos y tenemos un plan nutricional para que tengan una alimentación apropiada. Iluminamos calles, para que los que nos tienen que cuidar puedan ver a los que nos atacan y los detengan. Aumentamos el control callejero con agentes de proximidad y cámaras, porque donde hay orden es más fácil identificar a la delincuencia.
Yo sé que no alcanza, pero quiero que quede claro: nosotros hacemos nuestra parte y es una parte muy importante. Es hora de que todos lo hagan.
Saben que no exagero si digo que recibimos las cuentas con un déficit más endeudamiento que comprometían las acciones básicas del Municipio. Nos propusimos un plan de austeridad para equilibrar las cuentas. En apenas dos años, puedo decirles que lo cumplimos. Hoy no hay que caminar mucho para encontrar una obra en plena ejecución. Entonces, cuando ordenamos las cuentas hicimos nuestra parte. Pudimos volver a las obras porque estamos haciendo nuestra parte.
Dijimos que los pibes eran la prioridad. Las escuelas no dependen de la Municipalidad, pero a nuestros chicos y chicas los y las cuidamos. Estamos desarrollando un plan de 2 mil millones de pesos que sostiene una red de 1500 espacios de cuidado. Clubes, Centros de convivencia, vecinales, centros de salud, bibliotecas populares, comedores, centros de formación y emprendimientos que dedican su vida a cuidar a 150.000 niños y niñas, y a los jóvenes. Sí, para cuidarlos, nosotros hacemos nuestra parte.
Si todos, donde nos toca, hacemos nuestra parte, entonces sí tenemos un destino. Miren el ejemplo de la ciencia. ¿Qué hizo? Lo que le tocaba. Decenas de miles de cerebros en todo el mundo hicieron lo que les tocaba. La respuesta fue contundente: lograron salvar millones y millones de vidas. Entonces, si la justicia hace justicia y rápido, si la policía detiene delincuentes, si el sistema penal no permite que un delincuente opere desde la cárcel, vamos a estar mejor. Pero tienen que hacerlo, tienen que hacerse cargo.
Somos un municipio. A nosotros nos toca cuidar, controlar, ordenar, pavimentar, iluminar, limpiar, fomentar la cultura y la convivencia. Son muchas cosas y las hacemos con pasión y sentido del deber. Humildemente, y muchas veces en silencio, trabajamos sin descanso para que, con las pocas herramientas que tenemos, la ciudad esté cada día un poco mejor. Ese es nuestro mandato, pero no podemos hacerlo solos. Si la Municipalidad de Rosario puede, estoy seguro de que el resto de los Estados y poderes también. Y si todos lo hacemos en conjunto, entonces los ciudadanos van a vivir mejor, que, al fin y al cabo, para eso es que nos votaron.
RENDICIÓN DE CUENTAS
Permítanme tomarme unos minutos para contarles cómo en concreto hacemos y haremos nuestra parte.
Apenas asumimos, nos tocó administrar la pandemia y poner el Estado al servicio del sistema de salud. Compramos los insumos necesarios sin un solo hecho de corrupción y se fabricaron cuando no había. Elevamos un 50% el número de camas críticas del sistema público y fortalecimos a los equipos reordenando al personal municipal desde otras áreas donde hacía falta. En Rosario todos los días hacemos nuestra parte para que a nadie le falte una cama para ser atendido con la mejor salud pública del país.
Nuestro CEMAR se convirtió en el primer laboratorio de Argentina, luego del Malbrán, en analizar testeos de COVID-19. Construimos un centro de aislamiento con 1200 camas para recibir a aquellas personas no tuvieran dónde aislarse. Dispusimos de 18 Espacios de Aislamiento Preventivo Comunitario, gracias al apoyo de iglesias, sindicatos, clubes, hoteles y otras organizaciones. Y monitoreamos el ingreso de más de 70.000 viajeros a la ciudad para prevenir nuevos contagios.
Cuando fue necesario, adaptamos las medidas para encontrar el correcto equilibrio entre salud, trabajo y libertades. Con las vacunas llegó el alivio. Convertimos cada centro de salud, cada hospital y cada espacio que pudimos en centros de vacunación. Al inicio, dispusimos 19 vacunatorios descentralizados en los barrios para vacunar a todos los rosarinos. Hoy llegamos a superar las 2 millones 300 mil dosis en un esfuerzo conjunto entre Nación, Provincia y Municipio que puso a Rosario por encima de cualquier otra ciudad y no sólo de la Argentina. Esto es hacer nuestra parte y estas cosas se hacen unidos.
En 2019, la ciudad tenía un déficit de 3.266 millones y la deuda (consolidada más flotante) representaba el 46% de los ingresos. Comenzamos por refinanciar cada uno de nuestros compromisos con proveedores y logramos un importante acuerdo en la deuda con la provincia.
Nos dedicamos a cuidar obsesivamente cada peso del bolsillo de los rosarinos y rosarinas. Implementamos un Programa de Austeridad y Priorización del Gasto y con estas medidas logramos bajar sensiblemente el déficit en dos años, equilibrando el presupuesto en 2022. En términos reales la deuda se redujo un 63% entre 2019 y 2021. Hoy la deuda pública representa sólo un 18% de los ingresos, proyectando disminuirla este semestre a un 10%.
Hay obras que por su escala son difíciles de financiar con recursos corrientes del presupuesto municipal, por eso volvimos al Mercado de Capitales. Después de más de 50 años, emitimos letras del Tesoro que liberaron fondos para obras en los barrios priorizados de la ciudad. Hicimos una primera emisión en 2020 por $420 millones, una segunda por $670 millones en el 2021 y para este año tenemos proyectados $1.090 millones.
Quiero agradecer el apoyo de este Concejo Municipal y especialmente de las bancadas opositoras en el trabajo para ordenar las cuentas y reactivar la ciudad.
El año pasado, este cuerpo autorizó al Municipio a emitir un Programa de Bonos por tres años de $2.700 millones, que los destinaremos a nuevas obras de pavimento definitivo en barrios priorizados.
Y aún en la incertidumbre macroeconómica con la que convivimos, en Rosario hicimos nuestra parte y el Concejo aprobó por unanimidad el presupuesto para el 2022. Espero que esta semana pase lo mismo a nivel provincial y en el debate nacional. Estamos trabajando para eso. Los estados no pueden funcionar correctamente sin presupuesto.
Continuamos firmemente con una convicción: desde 1989, Rosario destina más del 60% de su gasto a lo social, a los derechos y las obras que mejoren la infraestructura de los barrios, porque eso es aportar a la seguridad y cuidar a los rosarinos y rosarinas.
Tal cual lo dijimos en el primer día, hicimos nuestra parte. A quien le toque asumir el gobierno en 2023 encontrará un Municipio ordenado y con las cuentas equilibradas.
Sobre estas bases empieza una nueva etapa: la etapa de la reconstrucción de la ciudad. A partir de acá permítanme detallar algunas de las acciones que hacen a este plan.
Empecemos por donde se debe, la primera y más importante: transformar Villa Banana en Barrio Banana. Con esta obra de $600 millones de pesos estamos recuperando espacio público, abriendo calles, llevando cloacas, agua potable, luz, pavimento y veredas para las 1300 familias del barrio. Me parece muy importante remarcar que esto lo estamos haciendo junto al Gobierno Provincial y Nacional, porque la grieta no debe tener lugar cuando hablamos de que las personas puedan vivir mejor.
Lo que pasa en Villa Banana no es la excepción, es un cambio que también pasa en otros barrios populares que necesitan del Estado. Estamos interviniendo en La Sexta con la obra de la Av. de la Universidad y empezaremos a principios de abril la mudanza de las primeras 114 familias para que tengan una vivienda digna. Seguiremos con 117 viviendas más que están en construcción. Vamos a avanzar en la transformación del barrio con equipamiento público y su integración con el predio Universitario.
En Cordón Ayacucho, junto al gobierno provincial y el Plan Incluir estamos completando obras de infraestructura básica instalando cloacas, conectando el barrio al servicio de agua y electricidad y liberando 3 calles para integrar el barrio. Ya empezamos con Dr. Riva, vamos a continuar con el Pasaje Esperanto y el 417
En Tablada, con fondos de la SISU, vamos a construir la Plaza de los Niños y las Niñas. También vamos a intervenir en 27 cuadras con redes de infraestructura, aguas, cloacas, desagües pluviales, electricidad, veredas, alumbrado y arbolado público.
Estamos abriendo Boulevard Seguí hasta Grandoli. Esta obra incluye la doble calzada de hormigón con cordón cuneta, obras hidráulicas, desagües pluviales e iluminación LED.
En Moreno, inauguramos la plaza del barrio que, después del dolor y las pérdidas, hoy es un lugar para el juego y la alegría. Seguimos completando la conexión del barrio entero a la red de agua y luz e instalando cloacas tanto en las casas frentistas como de pasillo para finalizar la urbanización.
En Nuevo Alberdi, trabajando junto al Instituto de Gestión de Ciudades y Ciudad Futura, elaboramos un plan que fue aprobado por este Concejo para reurbanizar 490 hectáreas, mejorar el hábitat y reordenar el uso del suelo. En el primer semestre de 2022 vamos a iniciar las obras de la Plaza en calle Servellera y en el espacio público de Juan José Pérez. A partir de allí vamos a estar llevando las conexiones que permitirán el acceso al agua potable a las familias del barrio.
En Molino Blanco cumplimos el sueño de la vivienda propia y entregamos 109 escrituras.
Si se normaliza el marco internacional de la Argentina vamos a insistir ante organismos internacionales con el objetivo de abrir la ciudad hacia el sur y reconstruir el Mangrullo. Este proyecto contempla las obras de recualificación del brazo norte y brazo principal del Saladillo, nuevas viviendas, servicios de gastronomía y la creación de nuevos espacios verdes y un mercado de pescadores.
Estamos instalando cloacas para sumar a la red los barrios que faltan. En Antártida Argentina y Fisherton Residencial conectamos a más de 10.500 familias. Mañana 10 de marzo abrimos los sobres para la licitación de Barrio Gráfico y el 30 de marzo para el proyecto del barrio 7 de Septiembre.
Este año también vamos a licitar las obras de cloacas de Fisherton Noroeste, Hostal del Sol Este, Parque Habitacional Ibarlucea y Cristalería.
Pavimentamos porque corresponde y porque es seguridad. El sábado vamos a estar inaugurando el pavimento definitivo tan esperado en Las Flores Este, y estamos terminando las obras en Ludueña Sur y Barrio Matheu. Ya terminadas las Avenidas Newbery, Calazans y 27 de Febrero, empezamos este mes, a partir de fondos nacionales, la renovación integral de Avenida Baigorria, desde Camino de los Granaderos hasta Circunvalación, con nuevas calles y veredas, nuevas luces y nuevos semáforos.
Gestionando recursos con la Administración Nacional de Puertos, vamos a recuperar la barranca en la zona del Parque España, reparando los muelles, completando el proyecto original de Bohigas y extendiendo el paseo costanero hacia el norte con una obra que alcanza los 7.200 metros cuadrados por $1.200 millones.
Hacer nuestra parte es mantener y arreglar cada centímetro de esta ciudad todos los días. La red vial de Rosario tiene 17.600 cuadras, cada una de ellas mide un promedio de 130 metros. Son 2.290 km., la distancia aproximada que separa Rosario de Santa Cruz. Para ello tenemos un Plan de Bacheo con uso de nuevos materiales y nuevas técnicas de trabajo. En el 2021 invertimos $825 millones en trabajos de mantenimiento de Barrio Cristalería, Nuevo Alberdi, 7 de Septiembre, Fisherton, Alvear, Uriburu, La Guardia, Grandoli y Arroyito. Este año la inversión va a ser de $2.500 millones, el triple, destinada en los barrios que más lo necesitan como: San Martín A, Puente Gallegos, San Francisco Solano, Abasto, Lomas de Alberdi, Parque Field, Rucci, Malvinas, Sarmiento, Alberdi, Hostal del Sol, Fisherton Norte y Parque Oeste.
Repavimentamos Juan José Paso desde Donado hasta Álvarez Condarco, Avenida Bordabehere, Avenida Francia entre Ayolas y Amenabar, San Martín entre Avenida Pellegrini y 27, una obra que era reclamada desde hace 40 años. También estamos repavimentando avenida Ovidio Lagos entre Biedma y Juan Canals. Ahora estamos terminando Vélez Sarsfield entre Provincias Unidas y Formosa donde ya completamos el tramo desde Liniers a Matienzo, y en el centro estamos trabajando en la obra de calle San Luis, San Lorenzo, Italia y Santa Fe, y terminando de reparar Laprida desde Avenida Pellegrini hasta Riobamba con un nuevo método de pavimentación más eficiente que permite un mejor mantenimiento que dure más. Esta semana estamos iniciando la reparación integral de Vera Mújica entre Santa Fe y Salta y para finales de marzo iniciaremos las obras de pavimento de hormigón en Juan José Paso hacia el oeste, hasta la calle Olmos.
El Covid demostró la importancia del espacio público. Rosario cuenta con importantes pulmones verdes en cada distrito. Tenemos un Tríptico del Ambiente integrado por la Reserva de los Tres Cerros, el Bosque de los Constituyentes, donde el año pasado inauguramos el Centro de Interpretación Ambiental, y el Parque Sur, donde este año vamos a licitar con financiamiento nacional el proyecto para su renovación integral con nuevos senderos, áreas recreativas e iluminación LED.
Renovaremos integralmente el Parque Oeste, con una inversión de $313 millones para sumar nuevos espacios verdes, senderos, iluminación LED y playones deportivos. Lo iniciaremos este año de la mano del Plan INCLUIR.
Estamos renovando completamente la Plaza Pocho Lepratti en Ludueña. Sumamos senderos, ordenamos la feria, hicimos pavimento definitivo en su entorno y esta semana estamos trabajando en sus espacios verdes. Ya terminamos las veredas en Plaza Itatí en barrio Las Flores y a finales de marzo terminaremos la Plaza Vallese.
Inauguramos la Plazoleta 2 de Abril, que tiene su placa y su mural en homenaje a nuestros ex-combatientes. Este año se cumplen 40 años de la gesta de Malvinas. El 2 de abril lo vamos a conmemorar en una actividad que llamaremos Día de los Héroes Y una cosa muy importante: vamos a instaurar la “Orden del Rosario”, una distinción que le daremos a nuestros veteranos y a sus familiares para que lleven en el pecho el orgullo de haber defendido la patria y la bandera.
Pusimos en valor y sumamos actividades en el Parque Urquiza con un circuito para la práctica deportiva y estamos interviniendo en las Plazas Árabe Unida, Mangrullo, Molino Blanco, 14 de Noviembre, Gesta de Malvinas, Plazoleta de la Paz, y los espacios públicos de La República y Deliot, y de Junín y México.
Con el Plan de Plazas este año renovaremos integralmente 12 grandes plazas barriales en los seis distritos. Comenzando con la Plaza Buratovich en Echesortu, la Plaza López en La Sexta y Las Heras en el sur.
Renovamos el viejo espejo de agua en el Playón del Mercado del Patio que ahora se llena de pibes y pibas que andan en bici, rollers y skate. Defendimos lo nuestro y tenemos un nuevo balcón al río en la Ex Zona Franca de Bolivia. Y donde había baldíos inseguros ahora hay plazas de bolsillo con espacios verdes para los vecinos, una iniciativa del concejal Fiatti. Ya inauguramos las primeras tres, este mes vamos a inaugurar una nueva en el Distrito Centro, en abril terminaremos otra en la esquina de Lima y Avenida Perón en el Oeste y estamos realizando los convenios con privados para realizar otras tres en el próximo semestre.
Extendimos la calle recreativa hacia el Sur, alcanzando 35 kilómetros de recorrido. Hicimos una edición nocturna, un proyecto de la concejala Rueda. Además, peatonalizamos calle San Luis y los centros comerciales de Alberdi, Echesortu, San Martín Sur y Barrio Industrial. Llenamos cada uno de estos espacios públicos con 1000 ferias y 5500 emprendimientos de la economía social.
Con el Plan de Luces LED, estamos iluminando toda la ciudad. El último año comenzamos por barrio Sarmiento, Acindar, Fisherton, Bella Vista y 11 barrios más, sumando 6200 nuevas luminarias de las cuales 4850 ya están instaladas. En el día de ayer firmamos con la Provincia un convenio que nos va a permitir sumar $1450 millones en recursos. A partir de esta firma, nos comprometemos a convertir en el transcurso de 14 meses el 100% del parque lumínico de la ciudad con tecnología LED.
Rosario se merece un centro lleno de vida, porque lo usan todos los rosarinos y rosarinas. Para esto, activamos las obras y remodelamos la peatonal San Martín cumpliendo con los vecinos y comerciantes. Hicimos la Noche de las Peatonales, un proyecto de la Concejala Ferrero, en el que las calles céntricas brillan con ferias, música, gastronomía y arte. Este sábado nos vamos a encontrar en una nueva edición.
Tendremos un nuevo polo gastronómico y cultural en la ciudad con el Mercado del Centro junto al Centro Cultural Fontanarrosa. Se integrará con un mercado de alimentos y la puesta en valor de la Plaza Montenegro.
Hacemos nuestra parte. Seguimos sumando concesiones en el Mercado del Patio y avanzando en la apertura de nuevos espacios gastronómicos en Oroño y el río, el Complejo Parque España, los bares de la costa central, los Silos Davis, la Casa del Tango, el Hipódromo y el bar del Anfiteatro.
Quiero contarles algo muy simbólico para la reconstrucción de la ciudad: antes de que termine marzo vamos a tener novedades de la licitación de las obras para la recuperación de nuestro Monumento a la Bandera.
Dijimos que nuestra prioridad es cuidar a los más chicos. Voy a repasar punto por punto cómo hacemos nuestra parte.
Tenemos un plan, se llama Plan Cuidar, y lo estamos cumpliendo. El plan contiene a más de 250 mil rosarinos y rosarinas, con políticas de educación, salud, alimentación y trabajo. Esta red de 1500 puntos de cuidado la llevamos adelante con organizaciones sociales, clubes, vecinales, centros de salud, centros de convivencia barrial, polideportivos y refugios, y la fortalecemos con programas de educación y recreación.
Con el Santa Fe Más, como conoce la concejala Irigoitía, brindamos a 2.000 jóvenes cursos de capacitación en espacios municipales. Este año habrá dos ediciones del programa Impulsarte, acompañando a 1.200 pibes y pibas en su primer emprendimiento. Y con el Nueva Oportunidad, nos acercamos a más de 600 jóvenes en situación de riesgo, ofreciendo bachillerato, capacitaciones, unidades productivas y acompañamiento cercano.
Con el programa Andamios y en conjunto con la UNR, estamos acompañando a 600 chicos y chicas para que vuelvan a la escuela. Como lo plantea la concejala Martínez, en su proyecto de infancias protegidas, necesitamos pelearle cada pibe a los violentos. Y junto a Aldeas Infantiles ya estamos trabajando con más de 9000 chicos para prevenir el bullying y la violencia escolar.
Hacemos nuestra parte para cuidar la educación y el derecho a leer y a escribir, acompañando a más de 14 mil niños y niñas con promotores de lectura. Además, para ellos tenemos un programa Municipal de Ajedrez. Hoy nos acompaña Luciano Carrizo, del barrio Puente Gallegos, quien desde chiquito aprende con nuestros docentes y ya logró ser subcampeón argentino sub 14. Muchos de estos chicos también participan en nuestras Orquestas Infanto Juveniles en el Norte, Sur y Noroeste.
Este año vamos a sumar 6 nuevos Centros Cuidar Municipales, uno en cada distrito, en La Sexta, Puente Negro, Empalme, Agote, Avellaneda y Uriburu.
Aumentamos a 44 las salas para las niñas y niños de 3 años en los centros de convivencia barrial, en línea con lo propuesto por la concejala López. También sumamos espacios permanentes para acompañar en la crianza a mamás y papás del barrio.
Con equipos municipales, de la UNR y voluntarios, cuidamos y asistimos a más de 200 mil adultos mayores. Y apenas lo permitió la pandemia, los llevamos a pasear y vivir la ciudad, porque ellos más que nadie necesitan una caricia al alma. Este año tenemos el objetivo de abrir 42 centros de actividades integrales para que puedan encontrarse y disfrutar cerca de sus barrios.
Cuidamos el legado de llevar la salud pública a cada rincón de la ciudad. Inauguramos la Sala 5 del Vilela con un espacio lúdico para que los más chicos estén cerca de sus familias. Inauguramos la ampliación del Centro de Salud Emaús, en el que se atienden más de 7.000 vecinos y vecinas, y estamos avanzando en la obra del Centro de Salud Avellaneda Oeste, fundamental para la atención primaria de las familias del barrio.
Rosario tendrá la mayor planta pública de alimentos del país, un proyecto que impulsamos junto a la UNR y el Consejo Federal de Políticas Sociales de Nación. La planta tendrá una superficie de 300 m2. en un edificio de Francia al 700, donde se producirán 3000 kilos de alimentos por día, unas 350 mil raciones mensuales para que todos los chicos de la ciudad en situación vulnerable puedan acceder a una alimentación rica en proteínas y saludable. Además, hemos adquirido una máquina liofilizadora que sirve para deshidratar alimentos a un punto que permite su conservación y distribución sin necesidad de envases especiales ni cadena de frío. Ya está instalada y funcionando en el Instituto del Alimento de la Municipalidad de Rosario, y, en una primera etapa, nos permitirá incorporar proteínas en la dieta de los centros de convivencia barrial.
El gran desafío de este tiempo es la erradicación de las violencias hacia las mujeres y disidencias. Hicimos nuestra parte: creamos la Secretaría de Género y Derechos Humanos y el primer gabinete paritario del país. Nos estamos formando con la Ley Micaela y estamos capacitando a organizaciones civiles y privadas. Concientizamos y sensibilizamos con las campañas conjuntas del Ejecutivo y el Concejo a partir de un proyecto de la edila Ferradas. Estamos creando nuevos Puntos Violeta y fortaleciendo la atención en violencia de género con acompañamiento telefónico y por WhatsApp e instalando servicios especializados en los distritos.
Para que las mujeres se muevan sin miedo, acompañamos a más conductoras a que obtengan su carnet profesional y priorizamos a las mujeres en la entrega de chapas de taxis, un proyecto impulsado por la concejala Gigliani. Junto a empresas locales estamos brindando oportunidades de trabajo formal para mujeres y personas de la comunidad LGBTI. Estamos cumpliendo con el cupo laboral trans y lanzamos el Programa de Masculinidades porque los varones tenemos que hacer nuestra parte.
En materia de inclusión, firmamos el convenio con la Agencia Nacional de Discapacidad para sumar finalmente infraestructura de accesibilidad en el Anfiteatro Municipal. Nombramos María Rosa Moreno a la Plaza de la Inclusión. Y a través del Proyecto TRAMA, con Sol Naciente y el apoyo de la Unión Europea, estamos avanzando en el acceso al trabajo de las personas con discapacidad.
Este mes enviaremos al Concejo un proyecto para modificar el reglamento de edificación, incorporando el uso de losas podotáctiles para que las veredas sean accesibles para todos y todas.
Junto a la Fundación San Cayetano inauguraremos la Casa del Transplantado, un proyecto impulsado por la concejala León. Este espacio estará dirigido por Alejandra Peralta, una gran referente en la lucha por los derechos de las personas trasplantadas.
Desde el inicio de la gestión priorizamos la atención de las personas en situación de calle y durante la pandemia profundizamos el trabajo. Junto a las organizaciones voluntarias hicimos un censo para conocer y abordar mejor cada caso. Con la UNR, creamos el Programa Casas Asistidas, que les da la oportunidad de vivir en un hogar. También estamos abriendo un hostal para personas en situación de calle que funcione las 24 horas, los 365 días al año y en junio inauguraremos un nuevo refugio municipal para el operativo de invierno, que continuará funcionando todo el año durante la noche y, también, como centro de día.
Todos los días acompañamos a las víctimas y a los familiares de víctimas: es nuestra obligación estar cerca de quienes sufren estás pérdidas irreparables.
Hacer nuestra parte es estar ahí, ayudándolos a encontrar la manera de seguir adelante entre tanto dolor. Acompañamos con nuestros equipos y con las organizaciones sus pedidos de justicia, de seguridad, y también las iniciativas comunitarias que llevan adelante y que son un ejemplo de resiliencia.
Cuando la violencia letal golpea la puerta de una casa, no importan las competencias ni las cuestiones burocráticas, todo eso queda muy lejos del dolor cuando falta un hijo, una hija, un padre, un hermano, una amiga, un vecino. Por eso, es nuestra responsabilidad histórica y nuestro deber moral, para honrar su dolor, su pelea y su camino, exigir que Rosario tenga las herramientas para cuidar a su gente.
El cuidado de los animales también es una prioridad de nuestra gestión. En esto todos debemos hacer nuestra parte, adoptando y cuidándolos con amor. Sancionamos rigurosamente el maltrato animal en el nuevo Código de Convivencia. Durante la pandemia sostuvimos el trabajo del IMuSA con más de 20.000 castraciones y alcanzamos un récord de adopciones. En 2021 mejoramos las condiciones de los perros y gatos rescatados trasladándolos desde el IMuSA al Centro de Adopción Municipal con un equipo preparado para cuidarlos hasta su adopción. En febrero comenzamos la capacitación para iniciar en marzo el Programa de Castraciones Barriales, un servicio público y gratuito en conjunto con la Red de Políticas Públicas, con la meta de sumar 60.000 castraciones anuales en todos los barrios.
Para cuidar el medioambiente también hacemos nuestra parte. Tenemos un plan de eficiencia energética para reducir la huella de carbono de nuestra ciudad. Empezamos con medidas de ahorro en los edificios municipales instalando equipos de monitoreo de consumo eléctrico en tiempo real que ahorrarán hasta 10 millones de pesos anuales y reducirán en 15 % la emisión de gases de efecto invernadero.
En abril estaremos enviando a este cuerpo el nuevo pliego del servicio de higiene urbana, renovando la flota de camiones, incrementando los servicios de separación de residuos y abriendo durante el 2022 una nueva planta de tratamiento con el objetivo de reducir considerablemente la cantidad de basura que se entierra en los rellenos sanitarios.
Vamos a crear un programa especial destinado a erradicar los micro basurales, incrementar la limpieza de la vía pública y generar espacios públicos para todos.
Renovaremos los contenedores, sumando nuevos para residuos reciclables y completando la instalación de sensores en el 100% de ellos para poder supervisar el funcionamiento del servicio en tiempo real.
También renovaremos el equipamiento de la empresa pública SUMAR con una inversión de $400 millones para la incorporación de nuevos camiones recolectores.
Nuestra gestión integral de residuos tiene foco en la separación en origen y la economía circular. Inauguramos un Centro Municipal de Recuperadores Urbanos para incluirlos en la cadena de tratamientos.
Este año, durante el mes de mayo presentaremos dos proyectos destinados a potenciar la economía circular y a regular la recuperación de residuos. Uno será sobre residuos inertes de construcción y otro sobre neumáticos fuera de uso, promoviendo su reutilización y valorización.
También vamos a presentar un proyecto de ordenanza para proteger el arbolado de la ciudad y garantizar que cada cuadra tenga sus árboles, plantando en aquellos lugares donde se construya una obra nueva.
Actualmente la ciudad tiene 9850 cazuelas vacías en sus calles. Este año tenemos el objetivo de completarlas plantando árboles como lapachos y fresnos en todos los barrios.
Una plaza oscura o abandonada es un lugar inseguro. Estamos ejecutando un Plan de Poda en más de 2.000 cuadras, respondiendo a los reclamos de los vecinos con el objetivo de realizar 75.000 intervenciones este año y también alcanzar 35.000 árboles en 20 barrios, priorizando el despeje de luminarias para la seguridad.
Somos pioneros en movilidad sustentable y tenemos un sistema de bicicletas públicas que es ejemplo en el país. La pandemia hizo que la bicicleta sea el medio de transporte más elegido para moverse. Seguimos sumando más ciclovías a los 196 kilómetros de extensión que tiene nuestra red. Para impulsar el sistema y llevarlo a más barrios licitamos el sponsoreo y en una alianza estratégica logramos que una empresa apoye la ampliación de Mi Bici Tu Bici. A las 72 estaciones que tenemos a lo largo y a lo ancho de los distritos vamos a sumarle este año 30 más en el sur.
Tuvimos el honor de recibir el Premio para las ciudades del WRI, con el que estamos fortaleciendo nuestra política agroecológica con dos espacios nuevos: el Parque Huerta Norte, con una articulación público-privada que impulsará proyectos de desarrollo local en los barrios Nuevo Alberdi y La Cerámica; y el Parque Huerta Latinoamericano, que aumentará la producción agroecológica fortaleciendo los lazos comunitarios y la inclusión social, creando nuevos puestos de trabajo y beneficiando a más de 8000 personas en toda la cadena productiva de alimentos sustentables.
Atravesamos la peor crisis del Río Paraná de los últimos 80 años. Estamos perdiendo las mayores reservas naturales de nuestro país, se sufre en Corrientes y también en Misiones, Formosa, Entre Ríos, Santa Fe y en la Patagonia. Nosotros hacemos nuestra parte. Desde el primer día, nuestro gobierno hizo todo lo que estuvo a su alcance para detener los incendios y exigir que los responsables rindan cuentas ante la justicia.
En el mes de marzo de 2020, hicimos una denuncia penal y en julio, ante la falta de avance, nos constituímos como querellantes. Esa denuncia la ampliamos en tres oportunidades. Aportamos a la causa material audiovisual y evidencia que nos suministraron los habitantes del lugar.
Somos partícipes activos del Comité de Emergencia Ambiental del Humedal junto a las organizaciones ambientalistas y uno de los principales promotores de la reactivación del Plan para la Conservación del Delta (el PIECAS).
Pusimos a disposición equipos, recursos e información para la prevención, control y extinción de los incendios. Solicitamos el apoyo operativo a las fuerzas de seguridad nacionales y coordinamos operativos con brigadistas. No vamos a parar hasta que nuestras islas dejen de ser atacadas. Repito, hacemos nuestra parte, pero es urgente que los demás hagan la suya. ¿Qué más tiene que arder para entender la necesidad de una ley de humedales que proteja nuestro medio ambiente del lucro de unos pocos?
Para controlar mejor disolvimos la GUM y creamos un cuerpo de control de proximidad, cumpliendo con una demanda histórica. Ya desarrollamos la capacitación continua en su primera fase y estamos licitando para proveerles tecnología. No más carpeta y papel, tecnología: 600 equipos para realizar actas digitales, comunicaciones cifradas y flota de vehículos geolocalizada en tiempo real.
Después de 40 años, Rosario tiene un nuevo Código de Convivencia aprobado por unanimidad. Quiero agradecerle a este cuerpo porque gracias al trabajo en conjunto nuestra ciudad contará con una legislación moderna a la altura de este tiempo. Consagramos la digitalización del sistema, desde el acta, hasta el descargo y la sanción. Sumamos participación ciudadana permitiendo a la ciudadanía que aporte pruebas y somos pioneros en el país al implementar los jurados vecinales. Incorporamos nuevas materias como la protección animal, la remediación y la protección ambiental, el acoso callejero y la extorsión en la vía pública, la defensa del consumidor, y un capítulo específico de faltas urbanísticas para sancionar a quienes en sus desarrollos incumplen las normas de la ciudad.
Para la seguridad vial tenemos un plan y lo estamos cumpliendo. Instalamos nuevos cruces seguros. Además, estamos reduciendo la velocidad en las avenidas para dar mayor seguridad a todos los que las transitan. Empezamos por la Costanera Norte y vamos a presentar un proyecto para bajar las velocidades máximas en toda la ciudad. Queremos que la inseguridad vial deje de ser una pandemia silenciosa.
Cumplimos con una lucha histórica de organizaciones, familiares y amigos de víctimas: al volante, alcohol cero, proyecto de la concejala Schmuck. Hoy nos respetamos un poco más, porque entendimos que quien toma alcohol no debe manejar.
Estamos poniendo en marcha un sistema de video vigilancia moderno, con 70 puntos fijos y puntos móviles, lectores de patentes y la última tecnología de control inteligente para que nadie se pase a un carril que no le corresponde, estacione en doble fila sin ser sancionado o cruce un semáforo en rojo. Una ciudad ordenada detecta más rápido a quienes delinquen.
Hacer nuestra parte es que el tiempo de los vecinos vuelva a los vecinos, que simplifiquemos los trámites, basta de colas.
Para eso renovamos nuestra página rosario.gob.ar y la hicimos más simple y accesible. Este año, los 550 trámites municipales se van a poder hacer online, desde el celular o la computadora a partir del «perfil digital», que unifica todos los documentos, notificaciones, trámites, reclamos y turnos en un sólo lugar.
Tenemos que resolver problemas complejos y para ello no existen soluciones simples. Necesitamos ideas disruptivas y capacidad para poder implementarlas. Es importante facilitar la relación entre el sector público y el privado para enfrentar los principales problemas de la sociedad. Por ejemplo, utilizar la política de contrataciones del sector público para estimular la innovación, social, organizativa y tecnológica. Rosario es la primera ciudad del país en regular la Compra Pública de Innovación, que nos da una potente herramienta para avanzar en la resolución de problemas complejos con la colaboración público-privada, permitiendo que el Municipio contrate de manera más transparente y ágil, invirtiendo mejor sus recursos a la hora de realizar compras.
Modernizar la ciudad también es mejorar la tecnología en la calle y en los espacios públicos. En cuanto a videovigilancia venimos haciendo nuestra parte. Durante los últimos dos años reparamos las 160 cámaras de videovigilancia, pusimos en marcha las 52 cámaras en las estaciones de bicicletas públicas y reparamos los 180 kilómetros de fibra óptica municipal. Desde el 2020 los sistemas son interoperables y el 911 cuenta en tiempo real con toda la información de las cámaras municipales que se suman a las 770 provinciales.
Este año vamos a incorporar 70 nuevas cámaras, 50 sobre la costanera central y 20 en cruces estratégicos barriales. Sumadas a los puntos de videovigilancia del tránsito nos permiten alcanzar las 1122 cámaras que prometimos al comienzo de nuestra gestión.
También estamos recuperando el sistema de alarmas comunitarias y gestionando su vinculación con el 911. En este momento tenemos cuadrillas trabajando en barrio Agote reparando los paneles. Luego avanzaremos en Azcuénaga y Las Heras.
A partir de la implementación del nuevo sistema de videovigilancia del tránsito vamos a trabajar en forma coordinada con el centro de monitoreo de la policía instalando anillos de control y seguimiento de patentes para identificar rápidamente a los vehículos que sean buscados por las fuerzas de seguridad. Hacemos nuestra parte para que quienes nos tienen que cuidar lo hagan mejor.
La reconstrucción también debe incluir nuestro sistema de transporte. Recibimos un sistema pensado como nuevo pero desbaratado por las ecuaciones económicas que lo tornaron alejado de las chances de implementación y la pandemia profundizó esa situación a niveles históricos. Esto no sucede solo en Rosario, coordinamos con las ciudades de Córdoba, Santa Fe, Paraná, Mar del Plata, Salta y Bahía Blanca para poner sobre la mesa la crisis del transporte en el interior del país. Y en esto quiero ser claro: sin reparto equitativo de los fondos nacionales, estamos condenados a la injusticia de que el boleto valga el triple que en la Capital. Celebramos que finalmente una parte de nuestro reclamo sea oído sin pretender que eso perjudique a ningún argentino. Queremos justicia para seguir mejorando nuestro servicio.
Mientras tanto, hacemos nuestra parte todos los días. Para salvar el transporte establecimos un sistema de emergencia del que vuelvo a destacar el apoyo comprensivo de este cuerpo. Dijimos que el momento de recuperación iba a darse con el ciclo escolar que acabamos de iniciar. Ahora, con la atención puesta en la vuelta a clases, incorporamos 140 unidades que mejoran las frecuencias, la Ronda Universitaria y el regreso de la CUR-Sur.
Serán 606 unidades en circulación y la frecuencia promedio en hora pico será de 14 minutos. Mejoramos la frecuencia en las líneas más utilizadas como la 115, 101, 112, 122, 110, 113, 129 /134 / 135, 143N/ 136 / 137 y la 107. Las paradas y frecuencias en tiempo real pueden consultarse hoy en Google Maps.
A su vez, invertiremos desde la empresa MOVI en la renovación de 20 unidades para dar el mejor servicio con los mejores coches. Este esfuerzo no puede quedar aislado, el resto de los operadores del sistema deberán sumarse. Y de no darse no descartamos tomar medidas drásticas para que esa situación se cumpla.
En los próximos tres meses junto a desarrolladores locales vamos a reconvertir colectivos convencionales para recuperar las líneas eléctricas en nuestra ciudad, extender el trole y hacer el transporte más sustentable, moderno y ecológico. Hay importantes debates nacionales que tenemos que dar, como el incentivo federal a la movilidad sustentable y eléctrica. Celebro que contemos con el ahora diputado nacional Toniolli, ex integrante de esta casa, que está impulsando la implementación de los troles.
El sistema de taxis también atraviesa una situación difícil. Los taxis estuvieron un año y ocho meses sin funcionar de noche. Faltan chapas, muchas caducaron. Pero hacemos nuestra parte. La ciudad va a contar con 500 licencias nuevas, priorizando a las mujeres. Una medida necesaria, también apoyada por proyectos como el de la concejala Irizar. Así garantizamos que los móviles circulen a toda hora, sobre todo en el turno nocturno.
Hablamos del futuro y de que no podemos renunciar a crear oportunidades para nuestra ciudad, nuestros hijos, hijas, nietas y nietos. La reconstrucción debe basarse en potenciar nuestra cadena productiva y especialmente nuestros sectores de avanzada.
Tenemos un empresariado con visión y decisión de invertir en Rosario y la región. A partir de que lanzamos el Plan Integral de Suelo e Inversiones Productivas que promueve la radicación de nuevas industrias en la ciudad, ya se encuentran en desarrollo 15 proyectos industriales que emplearán a 1500 rosarinos y rosarinas.
Si hay algo fundamental para la reconstrucción de la ciudad es apostar a la economía del conocimiento. Rosario y la región son el epicentro biotecnológico del país.
Para crecer en grande nos tenemos que unir. Hace cuatro meses junto a la provincia, la UNR, la Universidad Austral, la Bolsa, el Polo Tecnológico y el sector privado firmamos una alianza para crear el Puerto de la Innovación. Tenemos que abrir a Rosario hacia el futuro a partir del desarrollo biotech, agrotech y las industrias culturales. El puerto de la Innovación impulsará los proyectos de la economía del conocimiento de todo este ecosistema emprendedor de la ciudad.
Porque apostamos al futuro, desde abril, más de 1000 jóvenes de entre 7 y 16 años se capacitarán en alfabetización digital, programación y desarrollo de proyectos tecnológicos con el Programa Potrero Digital.
Este programa llegará a todos los distritos con las Estaciones Digitales en las que también apuntamos a formar en robótica y programación de videojuegos a más de 3000 niños durante este año.
Con el Fondo de Inversión Tecnológica Rosario, una iniciativa de los concejales Magnani y Giménez, impulsamos la inversión de capitales de riesgo para los emprendimientos tecnológicos más importantes.
A partir de un trabajo conjunto financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo nuestros galpones al río se transformarán en una Tecnoteca dedicada a la formación de jóvenes vulnerables para integrarlos en proyectos productivos tecnológicos.
Además, para el desarrollo de industrias creativas, Rosario contará el próximo semestre con una sede de la Escuela de Animación y Nuevas Tecnologías dependiente del Instituto Nacional de Cine para formar a nuestros futuros creadores audiovisuales.
Reconstruir la ciudad es volver a la cultura, que como bien dice Dante, es sanar. Es un tiempo para empezar a sanar.
Dejenme contarles algún ejemplo de lo que significa reconstruir y sanar: en el Barrio Corrientes, junto a las familias pintamos los frentes de sus casas para llenar el barrio de color. Un lugar que no hace tanto en la historia de la ciudad era un asentamiento, luego se transformó en un barrio y hoy empieza a ser un orgulloso paseo cultural.
Si algo tiene Rosario es el arte a cielo abierto. Berni, Gambartes, Vanzo… Siguiendo esta tradición, inauguramos un imponente mural en el Pasaje Juramento en homenaje a Belgrano, con la colaboración de Tersuave, artistas y vecinos de la ciudad. Y le dedicamos dos murales a Leo, uno cerca de su casa y otro en la Avenida Libertad.
Como el Monumento Nacional a la Bandera, el Anfiteatro es orgullo y escenario destacado para artistas locales, nacionales e internacionales que eligen a Rosario como destino. Hemos logrado recuperar los escenarios del Autódromo, el Hipódromo, y La Comedia con sus elencos y la cultura emergente en el Anfiteatro del Parque España. Y en pocos días disfrutaremos mucho de escuchar el show por los 40 años de la Trova, un sello de la cultura rosarina.
La reconstrucción la llevamos adelante con una tradición que hizo grande a esta ciudad. A partir de convenios público-privados estamos restaurando el Museo Estévez y hace unos días entregamos las llaves de la Casa Vanzo, totalmente restaurada en conjunto con Fundar y el Banco Coinag. Reabrimos el MACRO con una propuesta renovada, llevamos el arte de Rosario por el mundo con Bienal Sur y viajamos en el tiempo con la vuelta del Tranvía histórico.
Porque amamos Rosario, trabajamos para que sea el decorado de las mejores escenas del local e internacional. Este año lanzamos el Rosario Filma, un programa que incentiva producciones cinematográficas y audiovisuales en la ciudad.
La mirada de las mujeres hacedoras de cultura se hace presente hoy en representación de la palabra de Angélica Gorodischer, enorme escritora que eligió a Rosario y la hizo propia. Gracias a su familia por acompañarnos en este acto.
Para reconstruir la ciudad necesitamos de todos, incluso de quienes ponen bien arriba el nombre de la ciudad a través de las fronteras. Por eso lanzamos Rosarinos por el mundo para construir una gran red mundial que vincule a los científicos, artistas, arquitectos, docentes y emprendedores rosarinos.
Quiero contarles que en junio el Monumento va a volver a recibir a chicos de todo el país que vendrán a conocer la cuna de la bandera para prometerle lealtad. Por primera vez, vamos a ampliar las visitas hasta noviembre, para que más niños y niñas de todas las provincias tengan la oportunidad de conocer el lugar donde Belgrano creó el manto celeste y blanco.
Y tengo la alegría de anunciar que este año nos volveremos a encontrar en la fiesta más importante de Rosario: la Fiesta de las Colectividades. Porque reconstruir la ciudad también es hacer honor a nuestras tradiciones y a los inmigrantes que la hicieron grande.
Ya que hablamos de nuestros inmigrantes, estamos trabajando en un proyecto para que Rosario tenga su Museo del Inmigrante. Un lugar dedicado a la historia de las familias que llegaron de los barcos y se afincaron en estas tierras para toda la vida.
Si nombramos a Leo, inmediatamente pensamos en Ceci Carranza, en Lucha y Angelito, y también en Yani Martínez y Facu Arregui, en una ciudad cuna de atletas embanderados con la celeste y blanca. El deporte en Rosario es bandera. Jerarquizamos la Secretaría de Deportes para potenciar a los atletas locales y darle más herramientas en los polideportivos y en los clubes de barrio.
Reconstruir la ciudad es apostar a que el deporte contenga a nuestros pibes y sea una alternativa de inserción social, de progreso y de vida en comunidad. Para eso diseñamos el programa CREAR que ya está en funcionamiento. Estamos haciendo nuestra parte para cumplir el sueño de más de 80 mil chicos que se forman para ser atletas profesionales sin tener que irse a Buenos Aires, porque el deporte también necesita una mirada federal. Déjenme contarles algunos datos del programa CREAR: 15 disciplinas, 88 clubes, 889 entrenadores, 4000 deportistas y 13 mil evaluaciones de desempeño.
Para fortalecer el trabajo de nuestros clubes estamos capacitándolos con la UNR en el desempeño de su función social y también en primeros auxilios y RCP con el proyecto del concejal Cozzoni.
Cada vez falta menos para que el reloj del Parque Independencia se ponga en cero y de inicio a uno de los eventos deportivos más importantes de Latinoamérica: los Juegos Suramericanos de la Juventud. Nos da un gran orgullo que se hagan en Rosario. Nuestra ciudad tiene una gran historia olímpica y fue sede de numerosos torneos y competencias internacionales a lo largo de los años. En 49 días haremos honor a esa historia, recibiendo a más de 2500 deportistas de 15 países, que en 26 disciplinas pondrán bien arriba la llama del talento.
En Rosario logramos algo muy importante, la recuperación del predio de La Rural. Primero fue un centro de aislamiento, luego el centro de vacunación más grande de la región y ahora el predio de los Juegos Suramericanos. Antes de que termine el año vamos estar finalizando las obras de remodelación de todo el predio para que lo disfrute la ciudad entera. Queremos sellar esta historia con una exposición de todo lo que hace grande a Rosario. Será una feria que muestre el potencial de nuestra ciudad poderosa, el valor de nuestro campo moderno, activo y fecundo que tanto aporta al país, y la importancia de nuestro río y la hidrovía, que nos abre al mundo, que es la fuerza exportadora y que también es el humedal y la biodiversidad.
Hasta aquí repasamos cómo hacemos nuestra parte para que Rosario sea cada vez más abierta, equitativa y moderna, que cuide a los chicos y a los grandes, a los animales y al medioambiente. Hacer nuestra parte es tener un plan y cumplirlo.
Para terminar, quiero volver a un punto que mencioné al principio, pero que es necesario profundizar por su urgencia y gravedad. Podemos hacer todos los esfuerzos para poner arriba la ciudad, podemos trabajar día y noche para hacerla mejor, pero no vamos a vivir en la Rosario que queremos si no podemos vivir en paz. Y si a algo tenemos derecho y nos merecemos, es a vivir en paz.
Como gobierno municipal, estamos haciendo nuestra parte. Urbanizamos para que los patrulleros y las ambulancias entren a los barrios; ponemos más ojos en las calles instalando cámaras de videovigilancia, alarmas comunitarias y lectores de patentes que vinculamos con el 911.
Iluminamos con luces Led para prevenir y para que, si alguien delinque, quede a la vista y pueda ser detenido. Cuidamos a decenas de miles de pibes y pibas, dándoles oportunidades para que no se los lleven los violentos. Y un punto más y muy importante: la semana que viene enviaremos al Concejo una nueva ordenanza de control económico financiero, para controlar de manera más eficiente la transparencia, origen y la trazabilidad de las inversiones que se hacen en la ciudad, en clara lucha contra los delitos patrimoniales y el lavado de activos.
Y tampoco alcanza con protestar y reclamar. Porque digo que estamos hartos de hacerlo cada vez más fuerte y que no se nos escuche. Nuestras acciones también implica reclamar en defensa de nuestra gente. Pero no nos vamos a quedar en eso. Queremos herramientas para contribuir a la seguridad de la ciudad. Sabemos que hay que hacer. Estamos preparados para hacernos cargo de más acciones.
Hace mucho que venimos diciendo que Rosario es parte de la Argentina. Les dijimos, no se hagan los distraídos porque esta crisis de inseguridad no existe solo en Rosario. Parece que queda cómodo suponer que la delincuencia asociada al narco sólo operaba acá. Hoy está claro que no es así, que lamentablemente teníamos razón.
Pero yo tengo una responsabilidad: defender a la gente de Rosario. Vamos a decirlo una vez más. Necesitamos más fuerzas desplegadas en el territorio y una coordinación política que organice y las empodere para actuar.
Necesitamos una policía presente y cercana, que crezca en profesionalismo y tecnología, y que lejos de prácticas abusivas intervenga decida y eficaz en la protección de nuestra gente.
Hacen falta más jueces federales, y se tiene que concretar de una vez por todas la designación de los fiscales auxiliares a la que se comprometió el procurador general.
Necesitamos que se investiguen las causas y que se dicten condenas. Hace más de 40 años que en Rosario no se crea una fiscalía y más de 30 desde que se instaló el último juzgado federal. ¿Cómo puede ser que, con los niveles de violencia que sufre nuestra gente, haya juzgados federales con sillas vacías? A esto me refiero cuando parece que Rosario no forma parte de la Argentina. No lo podemos permitir.
Es necesaria la intervención urgente en el servicio penitenciario y la instalación de inhibidores de señal. Hay que ponerle fin al delito organizado desde las cárceles. Crímenes, extorsiones, amenazas, organizadas desde quienes cumplen penas y en el lugar donde las cumplen. No podemos ni debemos acostumbrarnos a eso.
Repito: tengo la responsabilidad de defender a la gente de Rosario, pero no puedo hacerlo sin herramientas. Pido urgentemente la autonomía de Rosario. PIDO LA AUTONOMÍA DE ROSARIO. Dennos las facultades para que podamos decidir cómo proteger a nuestros vecinos que sienten miedo de entrar un auto a sus casas, de salir a caminar por el barrio, de tener el comercio abierto cuando cae la nochecita.
Hoy no tenemos ni un agente de control que porte armas. ¿Por qué? Porque la ley no lo permite. La policía no depende del intendente, como tampoco ninguna de las fuerzas federales, ni la justicia, ni mucho menos el servicio penitenciario.
Lo propuse y quiero ser el Jefe del Territorio de la ciudad. Voy a elevar a la cámara de diputados un proyecto de ley para que se me asigne como Intendente la potestad en la designación de los jefes policiales y las facultades de incidir en la distribución de las fuerzas policiales en nuestra ciudad en el marco de un proyecto de autonomía municipal. Y que quede bien claro: no queremos entrar en un proceso largo y tortuoso de creación de instituciones. Queremos autonomía con recursos y potestades, como debe ser. Este es un asunto que nos tiene que encontrar unidos. Unidos por la autonomía y por la seguridad.
Autonomía también es discutir la distribución de los recursos. El federalismo tiene una deuda pendiente: tratar con seriedad la cuestión del Fondo del Conurbano. El único valor que se actualizó fue el del aglomerado del Gran Buenos Aires. El resto de las ciudades cabeceras seguimos recibiendo, en pesos, lo mismo que en 1994, como si en 28 años no hubiese cambiado nada. No hay ninguna razón para seguir tolerando semejante injusticia, queremos que se rediscutan los fondos y se actualicen los montos. Vamos a reclamarlo a la Nación. Escuchen bien esta cifra: para Rosario, significaría pasar de los ridículos 20 millones de pesos que recibimos hoy a 1900 millones. No los queremos, los necesitamos. Una vez más: el federalismo no se proclama, es un mandato constitucional. Aplicarlo es una obligación. Hacemos nuestra parte, hagan su parte.
Que nadie entienda este discurso como una pelea que no existe. Yo trabajo codo a codo con la provincia, con la Nación, con la justicia, con quien haga falta. Es al contrario, vengo a pedir que nos unamos para poder hacerme y hacernos cargo.
Quizás sea más cómodo protestar y nada más. Disculpen, no nos sale, mi equipo y yo somos gente de acción. No quiero comentar, exijo poder resolver. Venimos de una escuela hacedora y obsesiva, la que fundó un maestro imprescindible: Miguel Lifschitz.
Dije muchas veces que nosotros hacemos nuestra parte y que queremos hacer más. Con la autoridad que me da no hacerme el distraído, les pido por favor a las autoridades, a todas, que hagamos lo que nos corresponde. Así, al volver a nuestras casas, podremos mirar todos y todas a nuestros hijos a los ojos, abrazarlos, y sentir que estamos dejando la vida por un destino mejor.
Hace 170 años, Rosario era declarada ciudad, sin otros dueños que los pobladores del Pago de los Arroyos. ¿Qué hicimos en cuanto fuimos ciudad? Progresar. Nos abrimos al comercio internacional con la apertura del Puerto y la Aduana, creamos el correo, le pusimos nombres a las calles porque tener nombre es tener identidad, y poco después nos dimos nuestro propio gobierno municipal. En solo quince años crecimos de forma tan imponente, que Rosario fue propuesta y designada por el Congreso de la Nación como capital de la República Argentina. Lamentablemente el poder ejecutivo central vetó no una sino cuatro veces la decisión. Pero ¿saben qué? No nos importó, nunca necesitamos ser capital para construir uno de los lugares más pujantes del país. Nada de eso detuvo a los que labraron el campo, a los líderes visionarios que impulsaron el comercio y la industria, a los y las que lucharon para crear una ciudad de iguales. ¿Saben qué si necesitamos siempre? Autonomía, para poder hacer más y decidir nuestro destino.
No nos tocó un tiempo sencillo. Gobernamos en medio de una pandemia global, la bajante histórica del río, la crisis local y mundial. Pero ahora nos toca el tiempo de sanar y reconstruir. Que nada ni nadie intente detener la ilusión de miles de familias, de vecinos y vecinas que nunca se rindieron. Queremos volver a sentir las ganas de que nuestros hijos crezcan en el Pago de los Arroyos, ese lugar lleno de vecinos buenos con una sonrisa en los ojos, los brazos solidarios, la cara serena, arriba y al frente.
Los rosarinos y rosarinas nos ganamos el derecho a soñar con una vida más justa, con una vida en paz. Dennos las herramientas que nosotros, todos juntos, vamos a reconstruir ese destino. Es el mandato de nuestra generación, vamos a cumplirlo.
Muchas gracias.