La leche materna contiene sustancias bioactivas, macro y micronutrientes, y tiene un rol fundamental en la protección pasiva y la inmunomodulación activa directa.
La leche materna es una mezcla extremadamente compleja de componentes que interactúan, cuya composición varía entre las madres lactantes y durante el período de lactancia. Nuestra comprensión de los efectos de cada componente está todavía en sus inicios.
La interrelación entre la composición de la leche humana y la subsiguiente inmunomodulación neonatal y microbiota sigue siendo algo difícil de alcanzar. La alimentación con leche materna tiene implicaciones clínicas de amplio alcance, muchas de las cuales aún no se han comprendido por completo.
La educación del sistema inmunológico neonatal a través de la leche materna se piensa cada vez más tener implicaciones críticas de por vida sobre los patrones de enfermedad de los adultos
Si bien son reconocidas las propiedades de la leche materna, los avances recientes permitieron reconocer en ella componentes bioactivos complejos y su influencia en el desarrollo del sistema inmunológico neonatal.
La leche materna es capaz de dirigir el desarrollo equilibrado de la tolerancia inmunológica infantil frente a una respuesta inflamatoria regulada.
La leche materna contiene sustancias bioactivas y factores de crecimiento, además de sus macro y micronutrientes.
Se ha sugerido que la leche materna es un vehículo de comunicación entre los sistemas inmunitarios materno e infantil, proporcionando protección pasiva así como inmunomodulación activa directa.
La leche materna afecta positivamente el sistema fisiológico. La lactancia materna protege a los lactantes, mostrando un patrón de efectos protectores dependientes de la duración de la misma.